domingo, 15 de enero de 2012

UNA EXCURSIÓN POR LA SIERRA DE LA CARRODILLA

La sierra de la Carrodilla, cuyo punto más elevado son los 1.108 metros del pico Buñero, es una estribación meridional del Prepirineo oscense que separa la comarca de la Ribagorza de los somontanos que se abren hacia el sur de nuestra provincia.

En los últimos meses, he realizado en varias ocasiones una atractiva excursión por esta sierra que hoy quiero recomendar y describir en estas líneas. Se trata de una travesía entre las poblaciones de Aguinalíu y Estadilla, que permite cruzar en sentido norte-sur una zona que ha sido durante siglos lugar de paso y comunicación entre el llano y la montaña. Por el camino conoceremos también algunos lugares de interés, como el magnífico santuario de la Carrodilla y las prehistóricas pinturas rupestres del llamado Forau del Cocho, ambos en el término municipal de Estadilla.

Nuestro recorrido comienza en Aguinalíu, una pequeña localidad ribagorzana perteneciente al municipio de Graus. Aguinalíu, etimológicamente “nido de águilas”, cuenta hoy con pocos habitantes y una parte de su caserío en ruinas, pero ha tenido históricamente una considerable importancia por sus antiguas salinas y como estratégico lugar de paso. Su primera referencia documentada data del año 987, en que se produce una disputa con el vecino pueblo de Juseu por la propiedad de un salinar situado entre ambas localidades. En la zona más alta del pueblo, donde hubo un castillo medieval (Castro Aquilanido), está la iglesia parroquial de San Martín, de origen románico aunque muy modificada posteriormente. En la parte baja, se encuentra la pequeña capilla del Santo Cristo, propiedad de la casa Huguet. Ambas iglesias, como otras de la comarca con la de San Julián de Juseu a la cabeza, poseen unas interesantes yeserías mudéjares del siglo XVII.

A la salida de Aguinalíu en dirección a la sierra, encontraremos las tablillas indicadoras del GR-18, que viene procedente de Juseu y continúa en dirección a Fonz. Nosotros vamos a seguir las marcas rojiblancas de este sendero, aunque eso exigirá nuestra máxima atención pues éstas se han borrado en algunos puntos cruciales del camino. Desde Aguinaliu (646 m.) hasta la cima de Buñero (1.108 m.) hay, siempre por cómoda pista de tierra, una distancia aproximada de ocho kilómetros.

Más o menos a la mitad de este camino de subida, en la partida denominada Las Frechinas, el GR-18 se encuentra con el GR-45 procedente de Olvena. Al cabo de algo más de dos horas desde nuestra salida de Aguinalíu, llegaremos a Buñero, fácilmente identificable por las antenas de comunicaciones que hay en su cima. Buñero es el punto más alto de nuestro recorrido y desde allí se contemplan amplias vistas del llano y de la montaña.

Para tomar el camino de bajada hacia el santuario de la Carrodilla hay que seguir una pista, a nuestra derecha desde la posición de subida, y desviarse a los pocos metros por un sendero a la izquierda que, a falta de tablilla, está indicado con un mojón o hito de piedras. Descendiendo una media hora por un bonito camino de herradura entre bosque de pinos y carrascas, llegaremos a otra pista (GR-45) que procedente de Estadilla nos conduce en apenas cinco minutos al santuario de la Carrodilla

El santuario de la Virgen de la Carrodilla es más grande de lo que el caminante que lo desconoce espera encontrar en su primera visita. Se trata de un edificio con un amplio recinto que, además de una iglesia con presencia de sucesivos estilos arquitectónicos, alberga diversas dependencias como una antigua vivienda, caballerizas, pórticos o un pozo. Su origen se remonta probablemente a la época medieval y sus dimensiones dan idea de su importancia histórica como lugar de paso y confluencia de caminos. Perteneciente al municipio de Estadilla, los habitantes de esta población van hasta allí todos los años en romería el llamado Viernes de Dolor, previo a la Semana Santa. Hasta hace unas décadas ese día acudían también al santuario, andando o a lomos de caballería, romeros procedentes de poblaciones ribagorzanas como Torres del Obispo, Juseu y Aguinalíu.

Es interesante destacar que a finales del siglo XVIII el emigrante aragonés Antonio Solanilla trasladó el culto a la Virgen de la Carrodilla al distrito argentino de Mendoza. Hoy esta virgen aragonesa es patrona de unas importantes fiestas de la vendimia en aquellas lejanas tierras. La escritora estadillana Elena Chazal ha estudiado esta curiosa relación en su libro “La virgen de la Carrodilla: de Aragón a Mendoza”, editado en el año 1992.

Justo al llegar a la Carrodilla, a la izquierda de la pista que nos ha traído al santuario, hay un borroso panel que indica el inicio de un sendero que en menos de media hora nos llevará a los abrigos conocidos como el Forau del Cocho. Son dos pequeñas oquedades protegidas por sendas verjas y orientadas al sol del mediodía. En sus paredes podemos ver en color rojo una serie de pinturas rupestres esquemáticas de la época neolítica que representan a una cabra y a un ciervo, además de diversas líneas y algunos puntos probablemente pintados con el dedo. Las pinturas fueron descubiertas en 1984 y desde 1998 son consideradas como Patrimonio Mundial, dentro del conjunto de pinturas rupestres del área mediterránea de la península ibérica.

Una vez de regreso al santuario, es posible descender hasta Estadilla por dos itinerarios distintos. Por el GR-45 que transita por la pista de tierra con algunos tramos de cemento más utilizada por los vehículos rodados, o por el camino conocido como de la fuente de la Mentirosa que sigue al principio un tramo del GR-18 que se dirige a Fonz. Por ambos itinerarios, tal vez algo más por el segundo, hay aproximadamente unos seis kilómetros desde el santuario a Estadilla. Un paseo por esta bonita población, históricamente ribagorzana pero hoy perteneciente a la comarca del Somontano, es el mejor final para la excursión aquí propuesta.

La sierra de la Carrodilla se está viendo últimamente afectada por algunos proyectos (línea de alta tensión y explotación de canteras) que suponen una verdadera amenaza para estos valiosos parajes, cuyo futuro debería ser necesariamente equilibrado y sostenible.­­

Carlos Bravo Suárez.

Artículo publicado en Diario del Alto Aragón

Fotos: Aguinalíu, Forau del Cocho -dos fotos-, Santuario de la Carrodilla - exterior e interior- y Estadilla desde el camino de bajada de la sierra.

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